Museo Fallero Valencia

Los que han vivido esta increíble experiencia saben que cuando llega la noche del 19 de marzo todas las fallas arden en la tradicional crema dejando sus cenizas, pero no todas son quemadas, cada una de estas lleva una figura, los ninots, y son salvadas desde 1934.

Comenzamos a recorrer los numerosos pasillos del museo que conserva a todos los ninots salvados por votación popular. Cada uno cuenta una historia diferente y representan una escena satírica.

Realizados en madera, telas o cartón tienen un trabajo de meses para ser mostrados a toda la comunidad valenciana en una fiesta popular que se celebra desde mediados del siglo 18 y es el momento donde los vecinos toman las calles para celebrar.

El evento se celebra el día de San José, luego de su recorrido por la ciudad la falla es quemada dando la bienvenida a la primavera.

Los cuerpos de los ninots de las fallas primitivas tenían un alma de madera o alambre recubierta de estopa revestida de telas o ropa vieja. Los pies y manos se hacían con medias viejas y guantes. Para la cabeza se utiliza la técnica de la cera y finalmente se pintaba de cera al óleo.

Con el paso del tiempo comienza a implementarse la confección de ninots en cartón de manera general.

En los años setenta continuaron con la utilización del cartón, pero le sumaron algunas capas de poliéster dentro de los modelos de yeso con fibra de vidrio a modo de tela.

En la actualidad siguen usando cartón e incorporaron el corcho blanco, un conglomerado de láminas de diverso espesor que permite obtener diferentes texturas.

El museo cuenta con más de 80 ninots indultados, vestidos y cuadros que retratan a las falleras mayores de Valencia desde 1995 y también la colección de insignias históricas de la comunión fallera de valencia.

Visitar este museo es la opción perfecta para conocer la fiesta de las fallas en cualquier momento del año. Un recorrido por la historia y la cultura valenciana digno de ver.